La Ciudad y sus Sitios (Análisis de Fragmentos)

Analisis sobre el libro "Buenos Aires. La Ciudad y sus Sitios" 2007 (Iglesia R. - Sabugo M.)

La Ciudad y sus Sitios 

Estos fragmentos son parte de un libro sobre la ciudad y sus sitios y sobre Buenos Aires y sus arquitectos. Estos fragmentos apuntan a una reflexión profunda de cómo vivimos la espacialidad. Muchas veces la vivimos sin ser conscientes plenamente de ello, y aquí, se hace un análisis de como consideramos las diferentes espacialidades que nos brindan los sitios de nuestra ciudad.

El texto marca dos grandes diferencias en cuanto a la espacialidad de una ciudad: el sitio y el lugar. El sitio, produce imágenes sobre una ciudad, que funciones se cumplen allí, a qué tipo de gente está destinado, es la parte más pragmática sobre cómo se percibe esa parte de la ciudad. Es un espacio existencial, porque es un espacio donde se vive y se recrean imágenes individuales o colectivas de cómo es ese sitio. El lugar, en cambio, está relacionado al “carácter” de ese sitio, es la atmosfera que permite que un sitio sea como es. Los sitios son espacios con existencia real. Los lugares se relacionan con la carga se la significación social que se le da.

Analiza el papel que tiene el diseño urbano con los sitios, como su correcta implantación genera una consciencia social sobre los sitios de nuestro entorno. La planificación urbana juega un papel fundamental en este tema. Su vinculación con la sociedad permite que estos sitios tengan un protagonismo en la vivencia de las personas. Su mal empleo, genera ausencia de significación colectiva en una ciudad. Las personas no son conscientes de esos espacios, y por ende se pierde su carácter de lugar.

Los autores dan ejemplos de ciudades reconocidas por la mayoría de las personas. Dan el ejemplo de cuando las personas viajan y describen una ciudad “Roma es…Córdoba es…”, esto ayuda a crear una imagen de ese espacio y crear una imagen colectiva de lo que hay y que función tiene ese sitio. También dan el ejemplo de un fragmento de una canción sobre los distintos elementos que conforman un todo del sitio. Estos ayudan a enriquecer la conformación de un sitio, con un carácter propio del lugar que se describe.

Generan preguntas de que sitios reconocemos en nuestra ciudad, como los identificamos y si son parte de una funcionalidad individual o colectiva. “¿Quién no recuerda una experiencia que aclara y corrobore lo que escribo? ¿Tiene Buenos Aires sitios? ¿Cuáles son?” (Iglesia, R. – Sabugo, M. 2007: 18) Estas interrogantes nos ayudan a replantearnos que es lo que vivimos, y de qué manera lo hacemos. ¿Tenemos imágenes de sitios por nuestra propia voluntad o son producto de otras vivencias ajenas? Me parece interesante este punto, ya que en esta parte del texto el autor empieza a utilizar palabras como “creo”, “siento” y se expresa de manera más personal, dejando paso a que uno se cuestione como son los sitios y como son los lugares.

Como reflexión final, este texto aporta una mirada más crítica sobre lo que nunca solemos cuestionarnos como sociedad en relación a nuestra ciudad. Desde la mirada de un arquitecto, las perspectivas de algo tan normal como lo es ser parte de una ciudad, nos hace replantear como miramos y como vivimos estos espacios. Nos muestra la diferencia de las palabras cargadas de simbolismo como “sitio” y “lugar”, que son complementarias pero cada una cumple una función diferente de la otra. Aprendemos a ser más conscientes de nuestro espacio, para poder re-significarlo, darle otra función y cuestionarnos la actualidad de estos. Es una invitación a replantear lo que hacemos sin ser conscientes de ello. Aquí el arquitecto y el diseñador tienen un papel fundamental: ser mediadores de estas problemáticas. Trabajar en conjunto con diferentes sectores políticos, sociales y económicos para que la sociedad esté más vinculada con sus espacios y puedan vivenciarlos tanto de manera colectiva como individual. Debemos generar interés en estas problemáticas, para crear un espacio más justo, más participativo y, sobre todo, más humano.

Los antiguos tenían la precisa

Este texto habla sobre la importancia de la “urbs” y la “civitas”. Dos conceptos que se vinculan entre sí y que contienen funciones y diferencias, pero son inseparables. El autor hace un recorrido histórico sobre la guerra púnica entre Roma y Cartago, dándonos un ejemplo claro de la función de estos dos conceptos en su contexto. Explica el tratado sobre la ciudad vencedora y sobre qué medidas toma acerca de los ciudadanos en ese sitio. Los romanos respetarían a las civitas, pero no su urbs. Esto implica que lo físico de la ciudad, seria arrasado, pero no sus instituciones.

Con esta breve reseña histórica nos adentra en nuestro contexto actual, que comprendemos como “ciudad” y “urbe”. Explica que la ciudad es un hecho humano, y nos da ejemplo de ciudades como Buenos Aires, La Plata y Rosario, demostrando que estas son ciudades a partir de conformar diferentes sitios que las hacen peculiares entre sí, y que, a su vez, cuentan con sus urbes, determinadas construcciones que hacen posible esa función de la ciudad.

El autor llega a la conclusión que la manera más integral de tratar esta cuestión, no es totalmente de la perspectiva de los arquitectos y urbanistas, sino de historiadores, filósofos y artistas. Estos abarcan elementos representativos de cada ciudad integrándolo con sus funciones, generando un todo único que realza la identidad de la ciudad y como sus habitantes se sienten representados.

A través del concepto de Monumento demuestra la importancia de comprender los conceptos de “ciudadano” y “urbano”. El monumento está relacionado a la identidad que una sociedad puede tener en cuanto a la espacialidad donde está inmerso. Funciona como instrumento conector de los hábitos, las costumbres y las expresiones que hacen a una sociedad de esa manera. Argán (1) explica en su libro sobre lo que significaba el monumento en el siglo XV. El monumento era una forma arquitectónica que transmitía contenido ideológico y político que tiene un valor eterno para esa sociedad. Explica él porque era tan importante en ese entonces, ya que la ciudad estaba tomando una transformación urbanística más integral con su entorno. La espacialidad interior de las construcciones se “desmaterializa” al exterior, generando una continuidad de la obra con su entorno. Aquí podemos hacer una relación similar, ya que la urbe se debe asociar a como las personas realizan sus actividades en ese espacio-tiempo relacionado con su entorno y las instituciones.

Entonces, el monumento puede abarcar diferentes elementos que generan una relación estrecha entre el ciudadano y su espacio funcional. Todo es dependiendo por lo que comprendemos sobre “ciudadano” y “urbano”. Aquí plantea la problemática del planeamiento urbanístico. Es vital reconocer que es considerado por los ciudadanos las características y expresiones de identidad de una ciudad. La ciudad debe entenderse en función de su urbe y viceversa, ambas son necesarias y cada una tiene un papel fundamental sobre la otra. Comprender estos términos nos ayudarán a destacar la identidad de la sociedad y facilitar, como mediadores, las actividades y desarrollos sociales, políticos y económicos de estos espacios para un vital progreso urbano.

(1) El concepto del espacio arquitectónico desde el Barroco a nuestros días Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires. Argán, Giulio Carlo.

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