Los No Lugares / Espacios de Anonimato

Análisis del libro "Los no lugares. Espacios de anonimato. Una antropología de la sobremodernidad" de Marc Augé. Gedisa Editorial, 1993. 

Marc Augé es un antropólogo francés especializado en etnología. Es docente e investigador. Escritor de varias obras conocidas, pero la más influyente es la de “Los no lugares. Espacios del anonimato. Antropología de la Sobremodernidad” escrito en 1993 donde desarrolla el concepto de los no lugares y la sobremodernidad, como temas fundamentales y reflexiona sobre las relaciones sociales y culturales actuales.

El autor, expone en este libro, sus preocupaciones en torno a la nueva modalidad espacio-temporal de nuestros días. Se centra en como la ciencia antropológica y la etnóloga se enfrentan a estas nuevas formas de habitar y percibir el espacio. El libro se divide en tres secciones principales: Lo cercano y el afuera; El lugar antropológico y De los lugares a los no lugares. Introduce al lector a la comprensión de la sobremodernidad a través de un proceso histórico de las ciencias humanas en cuanto al estudio de espacialidades de las sociedades, y como en ellas se producen cambios tangibles, que hoy en día son más universales y de compleja comprensión.

Formula una preocupación por la manera de estudiar estos procesos actuales del tejido sociocultural, y como en el campo antropológico se requieren más herramientas para comprender el avance de estos cambios culturales, políticos y sociales. Augé, redacta la incertidumbre de como el etnólogo, puede estudiar hoy en día a las sociedades del mundo, y que requiere de un análisis de la sobremodernidad, que alude a aquella que no tiene las medidas exactas para explicar nuestro entorno. Hace una reflexión de que, en la actualidad, no aprendimos a analizar y comprender los hechos que intervienen en nuestro espacio, por una sobrecarga de ellos.

Augé manifiesta sobre re-pensar la antropología y su objeto de estudio. Recurre al trabajo del etnólogo, de cómo éste estudia a las sociedades siendo participe de su historia viva y su legado cultural. La diferencia tan marcada del “otro” y el “nosotros” para entender la diversidad que abarca cada sociedad. Pero, analizando los factores actuales, se interroga, si tanto el etnólogo como el antropólogo pueden analizar las instituciones del mundo moderno con las mismas herramientas que venían utilizando para sus estudios sociales. Teniendo en cuenta que hay una cantidad de elementos en interacción permanente, es complejo dividir lo que es tradicional de lo que es moderno.

Esta interrogante, pone en discusión que tanto Europa como otras sociedades “lejanas”, están atravesando grandes cambios estructurales tanto sociales como culturales, y es aquí donde Augé invita a los antropólogos a estudiar su propia sociedad. Cita a Levi-Strauss, como principal figura del estudio estructurado de aislar las unidades de estudio del objeto principal. Pero ¿hoy en día funciona este método? Esto nos plantea el autor, la disociación de la historia y la antropología.

La cantidad de hechos sucesivos que atravesamos en el mundo, producen que no se tenga una lectura clara de nuestro pasado más reciente, dificultando la noción de identidad. Los cambios en la tecnología de consumir imágenes, videos, publicidades, medios de transporte, acortan las distancias y provocan que estemos en constante contacto con distintas sociedades. Aquí aparece el concepto fundamental del libro: los no lugares. Este concepto se traduce en lugares sin historias constituidas, compartidas por todos, construidas colectivamente, sin un espacio/tiempo consciente.

Para comprender el origen del no lugar, Augé hace énfasis en el lugar antropológico, espacio donde se presenta la construcción social en donde el etnólogo, reproduce, y reconoce a su objeto de estudio, mediante investigaciones que lo conducen a una comprensión profunda de los orígenes y de cómo se fue desarrollando la sociedad estudiada. Los orígenes de cada sociedad pueden presentarse de diversas maneras, pero lo primordial es la identidad del lugar donde se originan estos hechos, como se fundan y como se unen y es lo que la sociedad/grupo debe reconocer para defenderlo de posibles cambios para que su identidad conserve su sentido.



Estudio Gonzalo del Val.

Estos lugares tienen rasgos comunes: la identidad, la relación y la historia. En un mismo lugar pueden coexistir elementos diversos que no impiden reconocer y analizar la identidad del lugar común de la sociedad. El autor da ejemplos de las distintas regiones francesas y como en el tiempo se dan los hechos que dan identidad a cada una de estas partes, pero que se identifican en un bien común.

La sobremodernidad es productora de no lugares, de espacios que no son antropológicos ya que no cumplen con una integridad de estas tres cuestiones antes mencionadas para su estudio integral.

Esta sucesión de hechos contemporáneos, proponen al antropólogo una nueva forma de estudio del objeto cuyas variables deben tenerse en cuenta para saber cómo encarar esta nueva forma de estudio del objeto.

El lugar y el no lugar, plantea Augé, son polaridades falsas. El lugar nunca desaparece totalmente y el no lugar no es una verdad absoluta ¿Por qué se da esto? Básicamente el autor explica que los no lugares tienen dos realidades complementarias: los espacios que cumplen funciones de utilidad (transporte, comercio, turismo) y la relación que los individuos mantienen en ese espacio.

¿Pero cómo define el espacio Augé? Para el autor el término espacio es más abstracto que el lugar. Ya que cuando utilizamos el concepto lugar, nos referimos a acontecimientos en el tiempo, la distancia, a la historia, etc. En cambio, el espacio es la práctica de los lugares, el habitar, el sentido que se le da a ciertos acontecimientos y hechos que transcurren en un determinado lugar.

Como síntesis del concepto principal sobre el no lugar, éste crea una identidad compartida de los usuarios a través del anonimato. El espacio del no lugar no crea identidad singular ni relación, sino similitud y soledad. Le da importancia a la actualidad y lo que pasa en el momento.

Reflexionando sobre el texto, podemos decir que estos conceptos sobre la actualidad social que atravesamos de forma globalizada, conforman una unión entre lo antiguo y lo nuevo de la época, de los desarrollos sociales e individuales, como se desarrolla el habitar en estos espacios sobrecargados de sucesivos hechos, y como pueden perjudicar a la comprensión de lo que se vive en la actualidad.

Desde la arquitectura, ¿cómo se pueden relacionar estos conceptos? Marc Augé nos comparte sus preocupaciones sobre el rumbo que está tomando la sociedad moderna, en cuanto al espacio y el habitar. Desde nuestra mirada, debemos procurar que el espacio sea contemplado y que se lo habite siendo consciente para organizarlo, manipularlo, para que el espacio tenga sentido de ser.



Estudio Gonzalo del Val.





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